Lo que comes influye en tu salud mental: conoce la receta perfecta para ser feliz

Las personas con altos niveles de optimismo y vitalidad emocional se alimentan más saludablemente y realizan más actividad física. Asimismo, las personas con mayor bienestar son menos obesas y tienen menor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas a futuro.

1Un nuevo aspecto de evaluación ha incorporado "Aliméntate Sano", herramienta online creada el 2010 por el Centro de Nutrición Molecular y Enfermedades Crónicas de la Pontificia Universidad Católica con apoyo de Fundación Banmédica, que promueve el desarrollo de estilos de vida saludable en los chilenos.

Se trata de la medición del bienestar psicosocial, a través de cuestionarios de salud mental positiva, optimismo y vitalidad subjetiva, que se suman a los ya existentes de alimentación, actividad física, tabaquismo y estado nutricional. El test de salud mental positiva evalúa un concepto amplio y multifactorial del bienestar psicosocial individual, incluyendo componentes que miden elementos que definen la felicidad como la satisfacción con la vida y la emocionalidad positiva, así como relaciones interpersonales saludables, autoaceptación, propósito vital, entre otros aspectos psicológicos y sociales que caracterizan un funcionamiento óptimo de las personas.

El Dr. Attilio Rigotti, director del Centro de Nutrición Molecular y Enfermedades Crónicas UC, explica las razones de la incorporación de esta variable al estudio de "Aliméntate Sano". "En países desarrollados existe evidencia emergente que la presencia de recursos psicosociales positivos, y no la simple ausencia de depresión o estrés, se asocia a hábitos de vida más sanos, menos riesgo de enfermedades y mayor salud en la población. Sin embargo, este tipo de evidencia es muy escasa en países de ingresos bajos y medios", sostiene el académico.

El estudio, cuyas cifras están ponderadas a nivel nacional por sexo, edad y región de residencia, arroja que el 53% de los chilenos tiene un alto nivel de salud mental positiva o bienestar psicosocial, el 39% se encuentra en un rango moderado, y sólo el 8% reporta un bajo nivel de salud mental positiva.

Asimismo, existe una correlación entre la edad y la salud mental positiva, ya que las personas mayores tienen mejores índices en este indicador. Por ejemplo, en el tramo de 20 a 29 años, el 46% de las personas tiene alta salud mental positiva; porcentaje que aumenta a 49% en las personas entre los 40 y 49 años, y llega hasta un 68% en el grupo de personas mayores de 60 años.

Una de las cifras más llamativas de este reporte, elaborado en base a encuestas realizadas a 1.750 personas usuarias de "Aliméntate Sano", entre enero y octubre de 2013, es la estrecha correlación que existe entre bienestar psicosocial -medido por el test de salud mental positiva- y hábitos de vida saludables. El estudio demuestra que entre las personas que tienen un excelente estilo de vida global -incluyendo buena alimentación, actividad física adecuada y ausencia de hábito tabáquico-, un 81% goza de un alto nivel salud mental positiva; y sólo un 2% tiene un bajo nivel de salud mental negativa. En contraste, entre quienes poseen un estilo de vida muy poco saludable, sólo un 43% se encuentra en el rango alto de bienestar psicosocial; y el porcentaje de individuos con un bajo nivel salud mental positiva aumenta 9 veces, hasta un 18%.

Por otro lado, el optimismo y la vitalidad subjetiva también se asociaron al consumo de una alimentación más saludable y a la práctica de actividad física. La ausencia de tabaquismo sólo se relacionó a mayor vitalidad subjetiva, pero no a mayor optimismo.

Sebastián Balmaceda, director ejecutivo de Fundación Banmédica, destaca la importancia que tienen los resultados obtenidos en este reporte. "Como Fundación Banmédica tenemos un compromiso permanente con la mejora de la calidad de vida de las personas, razón por la cual estos resultados -que demuestran una correlación entre bienestar y estilo de vida- son un gran aliciente para seguir trabajando en la promoción de estilos de vida saludable y prevención de enfermedades crónicas, impactando así no solamente sobre los aspectos físicos, sino también en la esfera psicosocial", señala.

Alimentación, riesgo de enfermedades y bienestar psicosocial
Este cuarto reporte de "Aliméntate Sano" evidencia también una correlación específica entre una buena alimentación y salud mental positiva, como indicador de bienestar psicosocial. Al hacer un análisis de asociación entre estas variables, se pudo establecer que las personas con mayor salud mental positiva corresponden a aquellas que consumen más alimentos propios de la dieta mediterránea, como frutas, verduras, legumbres, pescados y mariscos, cereales integrales y aceite de oliva. A su vez, este grupo de personas con mayor bienestar reporta menores niveles de consumo de carnes grasas, cecinas, embutidos, azúcar y alimentos azucarados.

Por su parte, también existe una correlación inversa entre la obesidad y el nivel de salud mental positiva de los encuestados. En el grupo de las personas con mayor salud mental positiva, existe sólo un 15% de prevalencia de obesidad, mientras que esta frecuencia casi se duplica -ascendiendo hasta 29%- en el grupo que refiere un bajo nivel de bienestar psicosocial.

Algo similar ocurre con el riesgo de enfermedades crónicas evaluado a través de la presencia de síndrome metabólico. Esta condición está presente en un 17% del grupo con alta salud mental positiva, cifra que se triplica en las personas con salud mental positiva moderada y baja, alcanzando cifras de 51% y 48%, respectivamente.

 "La buena noticia es que el bienestar psicológico se puede cultivar a través de actividades simples y concretas que se practican con atención y regularidad como dar gracias; valorar y utilizar nuestros talentos; vivir el presente, sin culparnos por el pasado o angustiarnos por el futuro; y cultivar buenas relaciones sociales. Acciones como éstas podrían ayudarnos a mantener o adquirir estilos de vida más saludables", sostiene la psicóloga Nuria Pedrals, Sub-Directora de Desarrollo de la Dirección de Personal de la Universidad Católica. Por su parte, el Dr. Rigotti concluye señalando que este tipo de evidencia puede ser muy valiosa "ya que si se demuestra una relación causa-efecto entre los factores psicosociales y un estilo de vida más saludable, el desarrollo de estrategias que promuevan el bienestar psicológico podría representar una nueva alternativa para la prevención de las enfermedades crónicas y la promoción de la salud en la población".


Continúa el estilo de vida poco saludable de nuestra población
Además de las nuevas mediciones de bienestar psicosocial, "Aliméntate Sano" ha continuado evaluando la alimentación, actividad física y tabaquismo de los chilenos. Y al igual que en los reportes de años anteriores, los resultados actuales no son alentadores.

El estudio arroja que sólo un 10% de los chilenos tiene una alimentación saludable basada en el modelo de la dieta mediterránea; el 61% consume una dieta de regular calidad; y el 29% se alimenta deficientemente. Además, se evidencia que el estilo de alimentación es notoriamente peor en las personas jóvenes. Así, por ejemplo, entre los 20 y 29 años un 46% de los individuos reporta una alimentación mala y sólo un 3% refiere una ingesta saludable de alimentos. Entre los 40 y 49 años, este patrón muestra mejoría hacia una alimentación más saludable, y finalmente entre las personas de 60 años y más, sólo un 11% se alimenta en forma inadecuada; un 67% tiene un estilo de alimentación de mediana calidad; y un 22% refiere una alimentación saludable.

 

Receta saludable para el bienestar psicológico según el chef Carlo von Mühlenbrock
Ingredientes:
– Ganas y convicción de querer hacer un cambio en los hábitos de alimentación
– Planificación semanal de las comidas
– Selección de alimentos: preferir pescados, mariscos, y productos de temporada
– Comprar verduras y frutas en ferias libres o en la Vega Central
– Cocinar en familia
– Seguir las tradiciones en la preparación de los platos
– De preferencia, utilizar el horno o cocinar al vapor
– Tres de las cuatro comidas diarias debe ser en compañía de otras personas
– Acento en los niños: que las porciones sean adecuadas a la edad
– Apagar la televisión y dejar de lado el celular cuando se sienten a la mesa
– No utilizar la comida como moneda de cambio


Preparación y consumo:
Mezclar bien y poner todos los ingredientes en el horno, dejar dorar con paciencia, servir con cariño, saborear y ser feliz.

Fuente. Revista mujer de Publimetro.